La teoría del color es un elemento indispensable a la hora de desarrollar tu packaging. Debes tenerlo en cuenta, conocer su funcionamiento y significados
La teoría del color es algo con lo que convivimos en nuestro día a día. Por ejemplo, cuando escoges ese jersey que te favorece más por el color, te da más luminosidad, parece que tengas mejor aspecto… A la hora de realizar nuestro packaging es el gran olvidado.
La teoría del color juega un papel muy importante a la hora de construir de manera correcta una marca. Muchas empresas no son conscientes de ello pero vamos a explicar qué es y por qué es tan importante.
¿Qué es la teoría del color?
La teoría del color hace referencia a un conjunto de reglas esenciales en la mezcla de colores para lograr el efecto deseado.
A día de hoy, encontramos dos modelos de teoría. La teoría de síntesis aditiva se utiliza en las pantallas de dispositivos electrónicos (colores de luz). Y la teoría de síntesis sustractiva la encontramos en la pintura, fotografías, impresiones y tinta (colores pigmento). Nos vamos a centrar en esta última.
La teoría de síntesis sustractiva establece que los colores absorben su contrario y reflejan el resto de ondas. Se rigen por el modelo de color CMYK: cian, magenta, amarillo y negro. Como hemos dicho anteriormente, son los que encontramos en todas las impresiones o pinturas. Son la base del diseño del packaging.
¿Qué importancia tiene la teoría del color para mi marca?
Los colores que utilices para tu marca condicionarán las emociones y recuerdos que evoque a los consumidores. Además, puede ayudar a crear estados de ánimo. Las emociones o la influencia que transmiten los colores son las siguientes:
- Rojo: aumenta el apetito, crea sensación de alerta y rapidez, asociado al movimiento, poder, valor e incluso peligro.
- Azul: asociado a la paz, el agua y la confianza o seguridad. Estimula la productividad, pero a su vez calma tu mente y te da tranquilidad. Las personas jóvenes asocian el azul con la madurez.
- Verde: asociado fundamentalmente con la salud, tranquilidad y naturaleza. Se utiliza en las tiendas para relajar a los consumidores y promocionar problemas medioambientales. Aunque también está ligado al dinero.
- Lila: asociado con la realeza, la sabiduría y el respeto. Estimula en nuestro cerebro tanto la parte de resolver un problema como la de creatividad.
- Naranja y amarillo: aumentan la felicidad y el optimismo. El naranja demuestra precaución. Se suelen utilizar para compras impulsivas, pero si abusamos de ellos pueden crear ansiedad.
- Negro: asociado con la autoridad, el poder, la estabilidad y la fuerza. A veces se usa como símbolo de inteligencia. Puede usarse para que los productos parezcan más pequeños.
- Blanco: pureza, claridad y seguridad son sus valores principales. Su uso puede despertar una sensación de creatividad, ya que actúa como una pizarra limpia.
Más allá de las emociones, uno de los principales objetivos es que te reconozcan por tus colores. Seguro que a marcas como McDonald’s o Tiffany’s serías capaz de reconocerlo simplemente viendo sus colores de pasada.
Es por ello que la teoría del color es tan importante. Necesitas transmitir ciertos sentimientos a tu público y además que te reconozcan de un vistazo.